Mientras a menudo se elogia a Ethereum como un activo potencialmente deflacionario, la realidad del protocolo cuenta otra historia. Casi 4,6 millones de ETH han sido quemados desde 2021, equivalentes a 13,5 mil millones de dólares, sin frenar el crecimiento de la oferta. Una anomalía que cuestiona la coherencia y la eficacia del modelo económico implementado desde la actualización de London, y desafía ciertas certezas sobre la escasez programada del activo.