Mientras el conflicto en Ucrania se enquista, la Unión Europea abre un nuevo frente: el de las cryptos. Por primera vez, Bruselas prevé sancionar directamente las plataformas crypto, integrando estas infraestructuras descentralizadas a su dispositivo económico contra Moscú. Un cambio discreto, pero estratégico, que integra las cryptos en el ámbito de las herramientas de presión internacional.