Michael Saylor, figura emblemática del bitcoin, ha sostenido durante mucho tiempo su estrategia como un estandarte de hodl absoluto. Sin embargo, un reciente depósito ante la SEC viene a socavar este relato. El hombre que prometía legar su BTC a una fundación dedicada estaría considerando ahora vender — al menos bajo coacción. Un giro que plantea dudas: ¿hasta dónde se puede desafiar las realidades financieras y regulatorias en nombre de la convicción?