Pavel Durov rompe el silencio y golpea fuerte. El fundador de Telegram afirma que los servicios de inteligencia franceses intentaron obligarle a censurar contenido político relacionado con las elecciones moldavas. Una revelación que reaviva las tensiones entre la plataforma de mensajería y las autoridades francesas. El asunto toma un giro preocupante para la libertad de expresión en Europa.