La soberanía monetaria europea vacila. Frente a la ascensión fulgurante de los stablecoins en dólares, el BCE admite sus límites. El euro digital, por sí solo, no será suficiente. Para no ceder más poder a Estados Unidos, la Unión debe apostar por la innovación privada, los stablecoins en euros y las tecnologías descentralizadas. Un llamado a la audacia.